Quizá Dios no manda el dolor por un motivo. Talvez no lleva a la muerte a la gente que queremos para probarnos, o para enseñarnos algo; quizá ni siquiera manda el dolor por el dolor. Si somos a imagen y semejanza suya, ¿no es posible que sea simple ansiedad? Talvez Dios es solo un niño que crea juguetes y los envía al mundo a crear historias que lo diviertan y, como todo niño, cuando se ha encariñado demasiado con uno, lo jala a su presencia para verlo más de cerca, desde todos los ángulos posibles. ¿No sería eso maravilloso?, ¿que Dios fuera solo un niño que aun no crece?.
[Aperitivo de "Delirios"]
jueves, 4 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario