La Recomendacion del Chef

Fragmentos salidos del horno una vez a la semana. El autor recomienda: el amor embotellado o la muerte enjaulada.

martes, 15 de junio de 2010

Amor Embotellado

Johana volvió a la universidad, terminadas las vacaciones, esperando conseguir la sencilla respuesta de que Andrés, en efecto, era soltero. Debía serlo, sin duda, porque aunque nunca habían hablado oficialmente sobre sus relaciones de pareja, si tuviera algo con alguien lo habría mencionado en el tiempo que tenían de amigos. Estaba casi de más preguntarle.

- se llama Mariana-, respondió el chico, mientras ordenaba distraídamente las cosas en su casillero de la universidad como todos los días antes de ir a clases; y la chica se quedó paralizada por un segundo.
- ¿qué?-
- ¿te sorprende?; dijo el chico sonriendo con ligereza; yo sé que no hablo mucho de mi vida personal pero tampoco es para que te quedes inmóvil-
- nunca me dijiste nada-, agregó Johana sonriendo de vuelta para intentar disimular su sorpresa
- bueno es que no había nada que decir antes, es reciente. Pero tienes razón, soy un mal amigo, debí contártelo. Lo que pasa es que quería sorprender a todos mis amigos con la noticia. Pensaba traerla la próxima semana para que conozca la universidad y presentársela a todos. Tengo muchas ganas de verle la cara al resto cuando lo sepan-
- me parece una buena idea, no puedo esperar -, contestó la chica, y luego inventó la excusa de una clase, y se fue corriendo de regreso a casa.

Probablemente, sus antiguas amigas de colegio hubieran esperado que llorara por algo como lo que le acababa de ocurrir pero Johana, lejos de hacer eso; y después de pensar las cosas por un segundo; decidió que no iba a rendirse tan fácilmente. Quien quiera que fuese la tal Mariana, no podía ser mejor para Andrés que ella.
- voy a ganármelo-, se dijo a sí misma, y se fue a dormir sin poder dejar de pensar en cómo sería la novia de alguien tan ideal como Andrés.

***

- Dime, no es que no lo adivine pero ¿en qué pensabas cuando saliste corriendo hacia acá?-, preguntó Cupido sentándose al lado de la chica en la cama
- Mariana es perfecta, de pies a cabeza. Es linda, es inteligente, es alta, graciosa. ¿Cómo se supone que pueda competir con eso?-
- No me lo preguntes a mí, algunas chicas simplemente son así. Pero eso no es lo que más te preocupa, ¿o sí?-
- no. Salí corriendo por lo que Andrés me dijo. Pude aguantar escuchar sobre lo inteligente, buena, o exitosa que es, tratar de ayudarlo a entender lo que pensaba cuando él hacía algún gesto especial para ella, ayudarlo a buscar su regalo de aniversario, o incluso intentar acercarme a ella para darle gusto, pero lo último que me dijo me quebró-
- tiene sentido. "Amor", es una palabra muy fuerte. Y que alguien como Andrés la diga significa todavía más-
La chica volteó a mirar a Cupido con reproche, casi con lágrimas brotándole de los ojos, con una mezcla de frustración, enojo y tristeza
- perdón; contestó él, y se puso de pie; a veces olvido que los humanos sienten mucho estas cosas-
- ¿qué quieres con todo esto?, ¿solo querías escuchar sobre lo miserable que me siento?-
- no, ya dejé de trabajar en atención al cliente de la compañía de teléfonos. Ese sí es un trabajo para oír lo miserable que se siente la gente-
- ¿qué?-, dijo la chica, fastidiada sin entender a qué venía el comentario.
- olvídalo, estoy divagando. Ahora escúchame, no vine a escuchar sobre lo mal que te sientes. Vine a darte una solución, si es que quieres aceptarla-
- ¿qué solución?, ¿vas a hacer que Andrés se enamore de mí?-
- Mejor aún, voy a dejar que tu escojas hacerlo o no-
La chica se limpió las lágrimas y observó a Cupido por un momento, para asegurarse de que no fuese una de sus bromas fuera de lugar.
- ¿estás hablando en serio?-
- muy en serio; contestó el chico, y sacó de su abrigo, una pequeña botella de cristal color carmesí; ¿tienes idea de qué es esto? Es mi nuevo producto estrella, el amor líquido-
- ¿producto estrella?-
- así es. Mira, el trabajo se ha hecho más complicado para mí en las últimas décadas. Se dio la igualdad de género, y ahora hombres y mujeres buscan la riqueza y el éxito, y todas esas cosas que te venden los libros de autoayuda. Ya no tienen tiempo para enamorarse, están muy ocupados buscando otras cosas. Es muy complicado encontrar a alguien que realmente busque el amor por encima de las demás cosas en la vida-
- ¿y eso que tiene que ver con la botella?-
- pues, esta botellita contiene el prototipo de "amor líquido". Es un concentrado de lo que hace a las personas enamorarse perdidamente. Si esto funciona, con un poco de suerte podré hacer que todos vuelvan a interesarse por el amor de nuevo, antes de pensar en cómo ganar su próximo aumento. Ahí entras tú. Quiero que seas mi sujeto de pruebas-
- ¿yo?-
- tú. Necesito una chica que esté interesada en el amor por sobre todo lo demás, y tú eres la única que encontré en la ciudad. Sin contar a las menores de edad, claro está, porque no podrían firmar el contrato-
- ¿entonces, vas a darme amor embotellado para probar si funciona?-
- exactamente. Eso resuelve tu problema y resuelve el mío. Si funciona, yo puedo comenzar a trabajar en serio de nuevo, y tú puedes quedarte con Andrés; y si no, simplemente te haré olvidar lo que sientes por él para que no sufras más, o si prefieres te ayudaré a buscar otra cosa con qué distraerte-
- ¿esto va en serio?-, preguntó la chica tomando la botellita de las manos de Cupido completamente asombrada.
- Tan serio como que nunca volveré a usar pañales en mi vida. Una sola vez te lo pones para Halloween, y lo siguiente que sabes es que hacen tarjetas de san Valentín contigo en paños menores. Pero esa es otra historia, y no quiero distraerme. Firma este contrato y comenzaremos a trabajar-, respondió el chico sacando de su abrigo esta vez un bloque de papeles y un lapicero y alcanzándoselos a Johana.
La chica observó el contrato y pensó en silencio por un momento. Andrés era todo lo que quería y si tenía éxito podría finalmente estar con él. Valía la pena el riesgo. Después de todo, era solo un poco de amor, eso no podía dañar a nadie.
- ya está-, dijo la chica firmando, y luego Cupido recogió los papeles, se los metió en el abrigo, y sonrió satisfecho.
- eso es todo. Lee las instrucciones en el fondo de la botella y síguelas al pie de la letra, por favor-
- no te preocupes, lo tendré en cuenta-
- entonces estamos listos. Johana Cartago, desde ahora tienes en tus manos el poder de enamorar a quien te parezca. Úsalo sabiamente-, dijo finalmente el chico, y con un chasquido de dedos, hubo desaparecido de manera tan intempestiva y misteriosa como había llegado en primer lugar.

[Aperitivo de "El Amor Líquido", en la colección "Amor Fugaz"]

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