La Recomendacion del Chef

Fragmentos salidos del horno una vez a la semana. El autor recomienda: el amor embotellado o la muerte enjaulada.

jueves, 22 de julio de 2010

Conciencias Intranquilas

- ¿Cómo puedes hacer que nada te interese?, no lo entiendo; dijo finalmente Agatha recogiendo sus piernas; he tratado por todos los medios de que no me duela el trabajo que hago, pero simplemente no puedo no temblar cuando me llega el mensaje con las indicaciones cada mañana-
- está en tu naturaleza ser humana, no es algo que puedas evitar-, respondió Gabriel sacando un paquete de cigarros de su bolsillo-
- ¿y tú como lo haces entonces? Eras sacerdote cuando estabas vivo, debiste ser todavía más humano que yo, y ahora mírate, no te interesa ni siquiera cuando una niña llena de sueños es asesinada a sangre fría por un depravado a medio camino de volver de la escuela-
El chico la observó en silencio sin responder
- ¿qué?,¿vas a pretender que no sabías que ese fue mi trabajo de hoy? Tú eres el mejor amigo de Santana, su mano derecha, sabes perfectamente qué caso le asigna a cada uno de nosotros. Viste que me asignaría llevarme el alma de la niña del parque que iba a ser asesinada a sangre fría, y no dijiste nada, y tal vez eso puedo aceptarlo; pero no hiciste nada para evitar que le pasara lo que le pasó, y eso es lo que no entiendo. No entiendo como alguien que un día estaba tan lleno de fe y ganas de cambiar el mundo y proteger al resto ahora simplemente mira sentado como todas las peores cosas le pasan a las personas más inocentes sin hacer nada-
- no tengo permiso de interferir. Es mi trabajo ver que las cosas sigan su curso natural, tanto como es tu trabajo hacer que sucedan y llevarte las almas al otro mundo-
- ¡eres un ángel!, ¡se supone que cuides a las personas, no que las dejes morir solas!-, gritó Agatha volteando a ver al chico, y luego volvió a guardar silencio y hundió la cabeza entre sus brazos.

Gabriel cerró los ojos y aspiró una pitada de su cigarrillo, como ordenando sus ideas por un momento

- los ángeles sentimos todas las cosas que sienten los humanos, pero de manera mucho más fuerte, Agatha; dijo finalmente exhalando el humo; es por eso que hay tan pocos de nosotros. La mayoría piden ser relevados de sus cargos antes de cumplir un año de servicio-
- ¿Qué?-, dijo la chica levantando la cabeza
- nadie te lo había dicho porque es un secreto, pero ahora lo sabes. Yo siento todo el dolor de las personas que cruzan al otro lado gracias a lo que hacemos, y me choca más de lo que podrías imaginarte, aún ahora después de siglos enteros. No lo muestro, simplemente porque prefiero confiar en que hago las cosas por algo-
- no empieces con todo eso del plan de Dios, por favor-
- ¿plan?, ¿Qué plan?; dijo Gabriel riendo; Agatha, ninguno de nosotros ha visto ni una sola vez a Dios, y por lo que sabemos, los ejecutivos de la compañía eligen al director, nunca ha sido designado por el mismo dios. Ni siquiera sabemos si hay un Dios al que echarle la culpa por las cosas que nos toca hacer. Es más, si alguien tiene la culpa de la muerte en el mundo en general, es Servicios Funerarios Incorporados. Ordenes o no, nosotros causamos los accidentes y nos llevamos las almas-
- vaya, gracias, ahora me siento mejor, nosotros en la compañía somos causantes de todos los desastres que matan a la gente; y no hay un dios al que responder. Perfecto, tú si sabes animar a una chica deprimida-
- está bien, olvídalo. Pretendamos que sí hay un Dios. ¿Qué si es un niño?, ¿o si está loco?, ¿o si simplemente somos una diversión para él y no hay absolutamente ningún significado en lo que hacemos? No podemos sostenernos pensando que Dios tiene un motivo para todo, así como no podemos echarle la culpa de que nos pasen cosas malas. Simplemente es cómo funcionan las cosas, nosotros somos parte del sistema tanto como lo es el agua, o el sol. Así es como el mundo ha sido siempre-
- ¿entonces a qué quieres que me aferre para seguir deseando vivir?; exclamó Agatha con lágrimas en los ojos. Papá me dijo muchas veces que después de la vida había una vida más larga y más hermosa en el cielo. Ya me morí una vez, y no hubo cielo, ni la vida es feliz, solo es larga y horrorosa. Tenemos el peor trabajo del mundo y, ¿para qué?, ¿qué tenemos al final del día?-
- nos tenemos el uno al otro-, contestó Gabriel y luego se puso de pie y extendió su mano hacia la chica.
- no quiero volver a…
- no vamos a volver a la oficina; dijo el chico; vamos a ir a pasear un poco. Has estado trabajando demasiado últimamente, es justo que te des un día libre. Santana no va a oponerse, créeme-
La chica miró a su amigo por un segundo, dudosa, y luego tomó su mano y se puso de pie.
- escucha; le dijo secándole las lágrimas de los ojos; tal vez no existe ningún Dios al que culpar por lo que pasa en el mundo pero, nos tenemos los unos a los otros. He escuchado lo que piensan las personas antes de morir, y lo que guardan sus almas después de haber dejado sus cuerpos y créeme, de lo único que se acuerda la mayoría es de las cosas buenas que hizo al lado de la gente que quería. No te entretengas en el dolor que sientes o que sienten los demás, ni en cuál es el significado de lo que haces. Mejor vete a buscar lo que te haga feliz, porque al final del día, que tú estés aquí para acompañarnos, ya hace que valga la pena vivir. Al menos para mí, ¿entiendes?-
La chica entonces esbozó una sonrisa, y abrazó a su amigo, todavía llorosa; deseando olvidar el trabajo horrendo que los encargados de la muerte como ella, tenían que realizar.
(...)

[Aperitivo de "Servicios Funerarios Incorporados S.A."]

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